El conglomerado estadounidense Kraft Foods ofreció pagar 7.200 millones de dólares para quedarse con la división de galletitas de su rival francesa Danone.
La oferta no incluye otras divisiones de Danone, como las aguas y los productos lácteos. Fue informada ayer en París por las dos empresas: comprende las operaciones de galletitas de Danone en todo el mundo, excepto en América Latina y la India. De modo que, aun si Kraft llegara a concretar la compra, no significa que Terrabusi se adueñe de su centenaria rival Bagley.
Kraft es líder mundial en galletitas, desde que en 2000 adquirió Nabisco (la cual había comprado Terrabusi en 1994, el mismo año en que Danone compró Bagley). Con esta adquisición, Kraft sumaría una facturación anual de US$ 12.900 millones e incorporaría marcas como LU, Pim’s, Tuc, Prince y Mikado.
En la Argentina, Kraft controla además a Suchard y Canale, otra fabricante tradicional de galletitas. Danone, en cambio, se quedó con las aguas (Villavicencio, Villa del Sur, Ser) y los lácteos (yogures y postres La Serenísima), pero cedió las riendas de las galletitas a Arcor: a través de una fusión, en 2005 la empresa de los Pagani pasó a controlar 51% de Bagley y las fábricas de galletitas de Danone en Brasil.
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