Es común que en algún momento recibamos billetes rotos, quemados, escritos, lavados, manchados, encintados o perforados, pero que son «buenos», y a partir de ese momento nace una incógnita.
En muchos casos, los comerciantes tratarán de evitar recibirlos, convirtiéndose el rechazo del billete en una situación estresante para ambas partes. La solución para esto existe, y es ni más ni menos que cambiarlos por billetes nuevos, un servicio de canje de billetes deteriorados que posee el Banco Central de la República Argentina.
Canje de billetes deteriorados
Los billetes deteriorados pueden canjearse por otros en buen estado en una ventanilla habilitada en la sede del Banco Central, o bien en una sucursal del Nación o de otras entidades financieras.
El cambio por billetes utilizables, de no mediar dudas, se hace en forma inmediata.
Uno de los requisitos es llevar a la ventanilla al menos 60% de la superficie del papel a canjear. Esto es para evitar que un mismo billete sea cambiado dos veces. De todas maneras, puede haber casos de excepción a la regla del 60%, si se demuestra que ya no existe la otra parte, por cómo están los fragmentos presentados y por las pruebas del hecho que provocó la mutilación, que podría ser, por ejemplo, un incendio.
Tipo de billetes con cambio
Billetes deteriorados
- Entiéndase por billete deteriorado el que se encuentre roto, perforado, borrado, manchado,descolorido, sucio, quemado o cercenado por hecho involuntario y cuya superficie alcance, por lo menos, al sesenta por ciento del billete completo.
Billetes fragmentados
- Si el billete presentado estuviese dividido o fragmentado, podrá ser renovado siempre que los fragmentados pertenezcan con toda evidencia al mismo ejemplar y la superficie total alcance, por lo menos al sesenta por ciento de la del billete completo.