A mediados de septiembre y octubre de 2022 habrá una nueva generación de billetes en Argentina, que traerán de vuelta a los próceres y personalidades destacadas del país y se emitirá un billete de mayor denominación.
El gerente de Recursos Humanos de la Casa de la Moneda comentó que trabajan «con los organismos de discapacidad para poder empezar a hacer billetes para no videntes«.
El regreso de los próceres a los billetes había sido confirmado por el presidente Alberto Fernández en agosto de 2021, durante el acto por el 171° aniversario de la muerte de José de San Martín.
Días atrás ingresó al Congreso un proyecto de ley para emitir un billete de $5.000, con el objetivo de poner en circulación en la economía una mayor denominación, que permita en cierta forma compensar la elevada inflación anual, que ya supera el 50% anual.
La necesidad de emitir un nuevo billete de mayor denominación es real, en medida que la inflación hace perder el poder adquisitivo de la ciudadanía. Por una cuestión de practicidad de la gente, de los cajeros automáticos, de los comercios para facilitar transacciones de montos elevados. Hoy es casi imposible salir hacer mandados con la billetera.
El billete de mayor denominación en Argentina es el de $1.000, fue lanzado en 2017 y hoy sólo posee menos del 20% del poder de compra que tuvo cuando fue puesto en circulación.
Desde el punto de vista del costo por impresión, conviene tener billetes de mayor denominación, ya que imprimir un nuevo billete de $2.000 o $5.000 tiene el mismo costo que uno de $500 o de $1.000. El beneficio es notorio.
De hecho, según los cálculos en base al ajuste por la inflación de arrastre, el equivalente actual del papel de $1.000, luego de haber pasado más de 4 años desde que se puso en la calle, sería un billete que represente unos $5.500.
Para el economista Francisco Gismondi, ex director del Banco Central, hoy se requerirían tres denominaciones nuevas en circulación: $2.000, $5.000 y $10.000.
«Con esta nueva escala se tendría un billete máximo cercano a los u$s50. Así se tendría una equivalencia con el valor de los billetes de mayor denominación de los países de la región».