
Cada mayo, los kioscos argentinos celebran la Semana del Alfajor, una iniciativa que nació en redes sociales y hoy ya forma parte del calendario nacional.
Cómo nació la Semana del Alfajor
La propuesta surgió en mayo de 2017, impulsada por un grupo de kiosqueros a través de Facebook. En su tercera edición, en 2019, la campaña ya contaba con el apoyo de consumidores, marcas de alfajores y fabricantes, quienes se sumaron con promociones especiales para incentivar el consumo.
La elección de mayo no es casual: se conecta con el sentimiento patrio de la Semana de Mayo, reforzando el vínculo entre el alfajor y la identidad argentina.
El origen del alfajor y su evolución en Argentina
Aunque el alfajor tiene raíces árabes y españolas, fue en Argentina donde encontró su versión más popular: con dulce de leche, forma de sándwich y producción industrial masiva. En otros países suele ser una delicia de panadería artesanal; acá, es parte de la vida cotidiana.
La demanda creció tanto que gigantes como Bagley, Terrabusi y Guaymallén apostaron fuerte por su producción. Durante los años 80, las ventas se multiplicaron por seis, y el alfajor se convirtió en la golosina favorita de los argentinos.
Datos que confirman el fanatismo argentino por el alfajor
Según un relevamiento de Nielsen NRI y la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines (2018):
- Se venden 6 millones de alfajores por día
- Se consumen 70 alfajores por segundo
- El 80% del consumo es de niños
- El comercio local ha crecido fuertemente en estos ultimos 10 años
- Argentina exporta alfajores a más de 30 países
Más que una golosina, un símbolo nacional
Para los argentinos, el alfajor es un postre, una merienda, un regalo de vacaciones o un recuerdo de la infancia. Junto con la yerba mate, el asado, el vino Malbec y el dulce de leche, muchos sostienen que el alfajor también debería ser declarado Patrimonio Cultural Alimentario Argentino.
Incluso miles de turistas y youtubers lo prueban y lo recomiendan como una de las delicias más representativas del país.