En un after office, en los bares, como aperitivo o para disfrutar entre amigos en un fin de semana al aire libre; la sidra ganó terreno en nuevos espacios y ya no es más una bebida estacional asociada únicamente a las fiestas de fin de año.
Según un informe realizado por la consultora GFK, la base de consumidores de sidra creció un 255%, en una medición realizada entre los meses de abril, mayo y junio de 2019, que mide la penetración de consumo.
En los últimos años el consumo de esta bebida creció exponencialmente. Mientras que la cerveza se mantiene estable a nivel global, la sidra es la categoría que más crece en el mundo con un 5% en el período de 2012-2017, seguido por los spirits con un 3,9%.
El relevamiento indica también que en 2019, Argentina sigue siendo el único país de América Latina que forma parte del top ten de mayor consumo de sidra en el mundo. El ranking lo encabeza Reino Unido, seguido de Sudáfrica, Estados Unidos, Australia y España.
Si bien la cerveza continúa liderando el mercado, 1 de cada 5 consumidores no toma cerveza y elige otra opción. En esa brecha en la que las distintas categorías disputan su lugar en el mercado, la sidra está creciendo más aceleradamente que el resto de otras bebidas alcohólicas a nivel mundial con una notable alza de su consumo fuera de temporada. Las versiones de alta gama, con foco en la calidad de la materia prima y su elaboración, son las más elegidas.
“El universo de las bebidas alcohólicas está viviendo un cambio de paradigma en el que nuevas categorías adquieren fuerza y encuentran un lugar firme frente a otras históricamente establecidas. Hoy en día, los consumidores buscan alternativas que cumplan con exigencias de calidad y sabor y los estándares son cada vez más altos, por lo que ofrecer un producto que esté a la altura se vuelve indispensable. En este sentido, la sidra es un producto noble y natural cuya materia prima principal es la manzana y el consumidor la está redescubriendo como una bebida para disfrutar durante todo el año.” destacó Vanina de Martino, Gerente multicategoría de CCU, que elabora las marcas Sidra 1888, Real y La Victoria.
En el retail los número también dan cuenta de este gran momento que vive la categoría: según Scantrak, la venta de sidra en autoservicios en el período de enero a junio de 2019 creció 47% versus el mismo periodo del año anterior. Y, según Nielsen, la venta de sidras en supermercados en el mismo periodo creció 44% versus el año anterior.
Este crecimiento se enmarca dentro de una coyuntura que se extiende en toda la región, en la que ciertos aspectos como el cuidado del medio ambiente, la sustentabilidad y la alimentación saludable adquieren cada vez más relevancia a la hora de elegir una marca y la sidra responde positivamente a estas demandas.
Hecha a base de un producto regional tan típico como es la manzana, la sidra es una bebida natural y que además tiene un bajo porcentaje de graduación alcohólica. Sidra 1888 ofrece además un producto libre de gluten, siendo CCU la única empresa del mercado que cuenta con certificación sin T.A.C.C. en todas sus sidras.
El estudio también indica que el principal driver para probar la sidra es la curiosidad seguido de la recomendación de boca en boca. Esto se debe a que esta bebida tuvo un amplio crecimiento en términos de modernización, así como también en presencia: ahora también
se disfruta en bares y restoranes además de los tradicionales espacios de consumo.
La sidra tirada llegó para quedarse
Las bebidas tiradas fueron tomando protagonismo en bares, restoranes y diferentes espacios. En este sentido, la sidra de barril suma ejemplares en el mercado local y ya son varios los bares porteños que ofrecen en sus barras este formato de sidra “Cada vez más consumidores nos piden el producto, en el mundo está muy instalado y tiene muchas ventajas para aquellos que buscan algo fresco” asegura Danilo Ferraz, chef, emprendedor gastronómico y dueño de Hell’s Pizza, que cuenta con una canilla de Sidra 1888 en su local.