Las empresas tabacaleras cerraron sus plantas hasta el 31 de marzo. Al no ser considerados como servicio esencial en el marco de la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno Nacional para prevenir el contagio del virus COVID-19.
«Tenemos la producción parada, por el momento, hasta el 31 de marzo, según dispone el decreto presidencial», admitieron desde Philips Morris, que en el país opera como Massalin Particulares y entre sus marcas se destaca Marlboro.
British American Tobacco, productores de Lucky Strike y Camel, entre otras marcas; han tomado parado la actividad de producción hasta el 31 de marzo próximo. Aseguran que cumplirán con las obligaciones salariales en el marco de la ley vigente.
La productora de la marca Red Point, Tabacalera Sarandí, ha parado su fabricación también hasta el 31 de Marzo. «Desde Tabacalera Sarandí colaboramos con la comunidad y acatamos los alcances del DNU. Esperamos también que toda la industria cumpla con las medidas» comentó un directivo de la organización.
Si bien hasta el momento podría estar controlada la situación, es probable que comiencen a escasear los productos y tanto kioscos como distribuidoras tengan que afrontar el problema de abastecimiento en los próximos días.
Saben los empresarios que la situación es muy dinámica y que deberán estar muy atentos a cómo se mueve la logística para poder llegar a los puntos de venta y también al comportamiento de los consumidores y de esa forma analizar si existe stock suficiente, al menos hasta fin de mes. Pero qué pasará el 31 de marzo si la cuarentena se extiende.
Ante esta situación los kioscos se encuentran en un momento de poca claridad, ya que se ven realmente afectados ante la falta de medidas que los proteja económicamente y al mismo tiempo podrían quedar desabastecidos.
No se trata de un dato menor si se tiene en cuenta que, más allá de no ser un sector esencial, la industria tabacalera es de las más dinámicas de la economía. Por caso el año anterior se vendieron 1.658 millones de atados de 20 unidades, por $135.101 millones, según datos del Ministerio de Agroindustria.
También porque es un sector importante para las cuentas públicas si se tiene en cuenta que más del 80% del precio por atado corresponde a impuestos varios y cuya recaudación va a parar a las arcas de la AFIP.
Aseguran estar manejando una operatoria de contingencia con la mínima cantidad de personal necesario para poder cumplir con la logística y abastecer a los puntos de venta. También, maximizando todas las medidas de seguridad e higiene para preservar la salud de sus colaboradores y garantizar la calidad de los productos.
En el caso de la operatoria, desde la empresa explican que las ventas se realizan de forma telefónica y todas aquellas funciones que cuentan con herramientas para trabajar desde su casa, están desempeñando sus tareas bajo dicha modalidad.