El consumo de los argentinos en los supermercados de capitales nacionales, almacenes y kioscos cayó un 13,2% anual en febrero y anotó así el noveno mes consecutivo de contracción, según informe sectorial.
El nivel de facturación ha crecido 24,7% en comparación con el mismo mes del año pasado, pero se redujo notablemente la cantidad de mercadería comercializada, dice el informe elaborado por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA).
El informe dice que las ventas de los kioscos y almacenes se ha derrumbado un 17,2% anual en febrero mientras que las de los autoservicios cayeron 11,4% y las de los supermercados, 4% en el mismo período.
El rubro de alimentos y bebidas es el eje que explica la mayor parte del consumo de los argentinos, dado que concentró el 90% del volumen de la canasta ya que no se incluyen aquí los grandes supermercados, señala el informe.
Ese fenómeno se dio porque las familias de poderes adquisitivos medios y altos continuaron comprando mercaderías mientras que las e más bajos ingresos fueron espaciando sus adquisiciones, en un contexto en el que el Estado repartió alimentos. «Las segundas marcas se encuentran desarrolladas en los niveles socioeconómicos bajos, teniendo oportunidad de crecer en sectores más altos en algunas categorías particulares donde ya tienen buena penetración», dice el informe.
En el rubro alimentos la recuperación por parte de las primeras marcas es más marcada, impulsada principalmente por los incrementos de precios en las segundas marcas, señalaron CAS y FASA en su análisis de consumo.
Las aguas saborizadas, los jugos en polvo, los vinos y las cervezas hasta 500 centímetros cúbicos mostraron las caídas en volumen más importantes respecto de febrero 2020, algunos con fuertes incrementos de precios.