Asesinaron a Roberto Sabo dueño de “Drugstore Pato”. El kiosquero fue asesinado de un tiro cuando una pareja de delincuentes armados quiso robarle en su local de la localidad de Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires.
El hecho tuvo lugar este domingo cerca de las 14 cuando un asaltante entró al kiosco de la avenida de Mayo y Alvarado y mató a su dueño, de 45 años, de al menos un disparo en la cabeza. Roberto Sabo falleció casi en el acto.
Vecinos se manifestaron frente a la Comisaría 2° de Ramos Mejía, a 300 metros de donde mataron este domingo a Roberto Sabo, exigiendo justicia al Intendente de La Matanza, al Gobernador y al Ministro de Seguridad.
Pedro, el padre del comerciante asesinado y fundador del Drugstore Pato, con más de 40 años de trayectoria, dijo entre lágrimas “Nunca pensé que me iba a pasar esto. Me arruinaron la familia. Nunca más puedo vivir tranquilo”.
Pedro explicó que su hijo heredó el comercio que le había pertenecido a él y que lo atendía junto a uno de sus nietos. “Yo empecé hace 40 años, trabajaba enfrente. De a poco lo ayudé con el kiosco, después me retiré porque me jubilé y ahora sigue él con mi nieto. Y ahora no sé qué vamos a hacer porque estamos llenos de delincuentes acá. No sé si mañana voy a trabajar y me matan a mí también”.
Los autores del asesinato, fueron detenidos. Leonardo Daniel Suárez, de 29 años, con domicilio en la ciudad de Buenos Aires, y una adolescente de 15 años que vive en Fuerte Apache, cuyo nombre se reserva por tratarse de una menor de edad.
Entre los dos tenían cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo y un revólver calibre 22 con cuatro vainas intactas y una servida.
El hombre de 29 años había dejado la Unidad N°19 del Servicio Penitenciario Federal, la Colonia Penal de Ezeiza el 13 de agosto de 2020, a donde ingresó en 2014. Había cumplido una condena de cinco años y diez meses por los delitos de hurto con escalamiento en grado de tentativa y robo a mano armada. Preso en el sistema federal, cobró el sueldo para detenidos por tareas menores durante cinco años de acuerdo a sus registros previsionales.
La pareja adolescente de Suárez, oriunda de un asentamiento cercano a Fuerte Apache, se reía por el hecho cometido mientras se la llevaban. El presunto asesino, en cambio, lloró frente al fiscal Medone ayer por la tarde.