Desde el 1 de febrero volvieron las exclusiones automáticas de oficios, las mismas estaban suspendidas desde marzo de 2020, cuando comenzó la cuarentena por el Covid-19, como parte de las medidas para alivianar la crisis de los pequeños contribuyentes.
Ahora, quienes sean excluídos pasarán al régimen impositivo general de autónomos, que tiene costos mayores pero desde el año pasado tiene un “puente” de alivio fiscal para que la transición sea menos fuerte.
Una causa de exclusión del monotributo es por exceder los ingresos brutos permitidos, que para las ventas de cosas muebles tienen un tope anual tope en la categoría más alta de $4.662.015,87, mientras que para la prestación de servicios es de $3.276.011,15.
TOPES MÁXIMOS 2022
Como la actualización de estas cifras no se hace siguiendo la inflación, muchos contribuyentes terminan quedando afuera sin que sus ingresos hayan crecido en términos reales.
Otra causa de exclusión es haber superado el monto de alquileres anuales devengados admitidos ($533.822,27) o la superficie máxima de los espacios ocupados para la actividad (200 metros cuadrados). Tampoco se podrán haber hecho gastos personales mayores al ingreso bruto máximo de la categoría más alta ni tener depósitos bancarios incompatibles con los ingresos permitidos.
Además, se prohíbe desarrollar más de tres actividades a la vez o tener más de tres locales para una actividad, hacer operaciones sin facturas, haber importado bienes o servicios, o figurar en el Registro Público de Empleadores con Sanciones Laborales (Repsal).