En las últimas semanas, la tarjeta SUBE se sumó a la lista de faltante de primera necesidad, millones de Argentinos dependen de esta tarjeta para subirse a un colectivo, tren o subte, para ir a trabajar, a la escuela o transportarse por razones personales.
“No hay tarjetas Sube, desde hace semanas que venimos con faltantes”, explican en algunos kioscos, agencias de loterías y hasta los centros de atención Sube que dependen del Ministerio de Transporte y funcionan en puntos estratégicos de la ciudad, como Retiro, Once, Liniers o Constitución.
“En nuestro caso, hace dos semanas recibimos una partida de 300 tarjetas y se agotaron en unos días. Y ahora nos informaron que recién a mediados de marzo van a retomar las entregas”, explicaron una agencia de lotería de Nuñez.
Los faltantes en los canales oficiales generan un sobreprecio por OFERTA-DEMANDA. En algunas página de venta y grupos la SUBE se cotiza entre $350 y $500, mientras que su valor oficial es a $90.
El problema además se profundizó con el inicio de las clases y la incorporación de nuevos usuarios de la tarjeta. Sumado a quienes la han extraviado o se las han robado, los recambios por deterioro entre las causas.
La Sube es el único método de pago válido para todos los servicios de transporte público del AMBA y en 45 localidades de todo el país como el Partido de La Costa y las ciudades de Cipolletti, Paraná, Santa Fe, Junín o Pergamino.
@TarjetaSUBEok Dónde se compra la tarjeta SUBE al valor oficial. Increíble que no se pueda ni viajar en transporte público porque NO hay tarjetas!
— Agustina Galan (@agusgalan) March 10, 2022
En el Ministerio de Transporte le derivaron el problema a Nación Servicios, la empresa del grupo Banco Nación que es la encargada de la gestión del Sistema Único de Boleto Electrónico (Sube).
La falta de chips (que permite la lectura de la tarjeta) sería una de las causas a nivel global. Este insumo se importa, ya que solo hay una empresa que los produce en la Argentina y no pueden cubrir toda la demanda.
Sin embargo, aseguraron que hay 1 millón de tarjetas que fueron impresas y distribuidas pero que aun no están siendo activadas.