Las ventas minoristas pymes se retrajeron 25,5% en febrero, a precios constantes, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, frente al mismo periodo del año pasado. En la comparación mensual, bajaron 7,4%.
Desde muchos comercios se señaló a febrero como un mes para el olvido, con días consecutivos donde no se registraron ventas. Las familias dejaron visibles todos sus problemas económicos y en los hogares hubo desahorro (los gastos fueron mayores que los ingresos) para llegar a fin de mes. Asimismo, las vacaciones se llevaron el dinero excedente.
En tanto, se registraron algunos problemas para conseguir mercadería por demoras en las entregas. Por falta de liquidez, desde los negocios se hicieron más pedidos de lo habitual a sus proveedores, pero por bajos montos. Los proveedores consultados marcaron que las dificultades en los suministros vinieron por este motivo y no por especulación, ya que en materia de precios febrero tuvo menos incertidumbre que noviembre, diciembre y enero.
En el análisis por rubro, seis de los siete sectores evaluados tuvieron descensos, en comparación con el mismo período del año anterior. La mayor retracción anual se detectó en Perfumerías (-40,9%) y el único incremento estuvo en Textil e indumentaria (+3,5%).
Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.350 comercios minoristas del país, realizado del 26 de febrero al 1 de marzo.
Alimentos y bebidas
Las ventas bajaron 33,3% anual en febrero, a precios constantes y acumulan una caída de 35,2% en los primeros dos meses del año frente al mismo periodo de 2023. En la comparación intermensual, bajaron 7,6%.
Los consumidores buscaron ofertas y productos de segunda y terceras marcas para abaratar el carrito. En los comercios consultados expresaron que, como estrategia para controlar los gastos, se notaron compras con más frecuencia, pero en menores cantidades.
El ramo más afectado fue el de las bebidas, con fuertes subas de precios en los últimos meses, donde el consumidor se privó especialmente de gaseosas, jugos y aguas, especialmente en primeras marcas.
Otro alimento que tuvo más sustitución de lo habitual fue la carne, aunque cuando aparecían ofertas se agotaban.
“Las ventas estuvieron muy medidas especialmente en frutas secas, harinas, productos veganos y alimentos gourmet, que llegaron con muchos aumentos. Nos está costando reponer la mercadería porque el margen de ganancia se achicó» (Comercio de la localidad de San Martín, Provincia de Buenos Aires).
“Con la caída en el consumo que sufrimos este mes, los productos caros dejaron de venderse” (Comercio de la Ciudad de Buenos Aires).