En Argentina, los alfajores no son solo golosinas; son parte de nuestra historia personal. Nos acompañaron en los recreos del colegio, en la mochila para la merienda, en los viajes largos en micro y, por supuesto, en los kioscos de barrio. Los más icónicos aún siguen presentes, con otra cara pero la misma esencia. Otros ya no se comercializan, pero viven en la memoria de generaciones enteras. Es por esto que compilamos los alfajores retro más íconicos en kioscos.
Estos son algunos de los alfajores retro más recordados:

Guaymallén: de los primeros alfajores retro Argentinos
Nacido en 1945 en el barrio porteño de Flores, Guaymallén se convirtió en el primer alfajor popular de producción masiva en Argentina y que sigue vigente. Su precio accesible y sabor inconfundible lo transformaron en un clásico de los kioscos y en sinónimo de argentinidad.
Havanna: el sabor marplatense que conquistó el país
Fundada en 1947 en Mar del Plata, Havanna abrió su primera tienda en 1948. Sus alfajores, con relleno de dulce de leche y cobertura de chocolate o merengue, se volvieron un ícono de la costa atlántica y, posteriormente, de todo el país. Hoy, Havanna cuenta con cafeterías en varios países, llevando el sabor argentino al mundo e incursionando en alfajores para paladades atravidos.
Fantoche: el pionero del alfajor triple
En los años 70, la empresa Fantoche revolucionó el mercado al lanzar el primer alfajor triple, compuesto por tres capas de galleta y dos de relleno. El éxito fue tal que, en 1987, registraron la palabra «Triple» como marca propia.
Jorgito: el sabor casero que perdura
Desde su creaciónen 1960 Jorgito se destacó por su sabor casero y generoso relleno de dulce de leche. Con un envoltorio sencillo y precios accesibles, se ganó un lugar en el corazón de los argentinos y sigue siendo un infaltable en los kioscos.
Tatín: la simpleza hecha alfajor
Tatín es reconocido por su receta simple y efectiva: galletita crocante, dulce de leche y baño repostero. Su envoltorio retro evoca recuerdos de la infancia y su sabor sigue vigente en la actualidad.
Capitán del Espacio: el mito de Quilmes
Creado en 1962 en Quilmes, este alfajor se convirtió en leyenda gracias a su distribución limitada y sabor inconfundible. A pesar de su producción artesanal, ganó el «Mundial de Alfajores» en 2006 y cuenta con una legión de fanáticos que lo consideran el mejor alfajor del mundo.
Blanco y Negro de Bagley: un clásico de dos colores
El alfajor Blanco y Negro de Bagley, con sus dos capas de galleta rellenas de dulce de leche y cubiertas de chocolate, es un clásico que marcó a varias generaciones. Su nombre hace referencia a las dos variedades: una cubierta de chocolate blanco y otra de chocolate negro.
Suchard: el regreso de un favorito
Originalmente lanzado en 1984, el alfajor Suchard se destacó por su relleno de mousse de chocolate y cobertura de chocolate semi-amargo. Tras ser discontinuado en 2001, volvió al mercado en 2013, generando gran entusiasmo entre sus fanáticos.
Terrabusi: tradición y calidad desde 1911
Fundada en 1911, Terrabusi es una de las marcas más tradicionales de Argentina. Sus alfajores, lanzados en la década de 1990, se caracterizan por su calidad y sabor, manteniéndose como una opción confiable en el mercado.
Vimar: el alfajor escolar con mensaje
Creada en los años 50, la empresa Vimar se hizo conocida por sus alfajores económicos, populares en los kioscos escolares. Una particularidad de sus productos era la inclusión de versículos bíblicos en los envoltorios, dejando un mensaje positivo en cada merienda.
Fulbito: pasión por el fútbol en forma de alfajor
Inspirado en el deporte más popular de Argentina, el alfajor Fulbito, lanzado en los años 90, se destacaba por su forma de pelota de fútbol y su relleno de maní. Un favorito entre chicos y grandes.
Tubby: el regreso de un clásico
Tras años de ausencia, el alfajor Tubby volvió al mercado en 2024, manteniendo su espíritu retro y sabor original, para alegría de sus fanáticos.
Alfajores que ya no están… pero nunca se olvidan
Algunos sabores quedaron en el recuerdo, pero siguen vivos en la memoria colectiva:
- Milkybar de Nestlé: con cobertura de chocolate blanco y relleno de dulce de leche, fue uno de los más extrañados.
- Nesquik: su sabor inconfundible lo convirtió en un favorito de muchos.
- Dieguito de Bagley: un homenaje a Maradona que incluía medallas coleccionables dentro del paquete.
- Mar de Oro: un clásico de Mar del Plata que supo ganarse su lugar en los kioscos costeros.
Más que alfajores: una cápsula del tiempo
Seguro hay muchos más alfajores que están en tu recuerdo de infancia, de adolescencia, que ya no se consiguen, así que te leemos en los comentarios de Instagram: contanos cuál era ese alfajor de tu infancia que hoy ya no está en los kioscos.
La nostalgia por estos alfajores no es solo por el sabor. Es por lo que significaban: un recreo sin apuro, la emoción de elegir uno en el kiosco, el ritual de abrir el envoltorio. Hoy, muchos de esos packagings se coleccionan. En redes sociales abundan las publicaciones que los recuerdan o piden su regreso.