El precio de los cigarrillos podría aumentar un 40% a partir de mayo. Esta es la previsión que tienen las empresas tabacaleras como consecuencia de un inminente aumento en la alícuota de un impuesto adicional sobre el precio final de venta (para el Fondo de Asistencia Social FAS) , que pasará, a partir del 30 de abril, del 7% al 21%.
Según las tabacaleras, si no se corrige por decreto esta alícuota antes de esa fecha, «habrá un drástico aumento sobre la carga fiscal para los productos del tabaco», advierten.
Además, el volumen de ventas caería entre 7 y 10%, dado que los paquetes se encarecerán entre 10 y $12 por paquete. Hoy, el precio promedio es de $26 el atado.
Esta merma del consumo, según las empresas, no sería una consecuencia de una merma en el hábito de fumar (que ya viene cayendo a razón de 1,8% anual en promedio) sino del aumento del comercio ilegal de cigarrillos.
Además, «si la tasa no se mantiene en el 7% el impacto también es negativo para el Fondo Especial del Tabaco (FET), que reciben los productores de las siete provincias tabacaleras,de vital importancia para las economías regionales. En 2015, la recaudación por el FET alcanzó a $3.800 millones. «Si aumenta la alícuota del FAS al 21%, se estima que caería este año, unos $800 millones», estiman en el sector. El mercado factura unos $42 mil millones.
En la Argentina, el 69,3% del valor total de un paquete de cigarrillos corresponde a impuestos, de los cuales algunos son coparticipales con las provincias. Es uno de los países con mayor carga fiscal en el rubro.