El billete de mayor denominación del país entró en circulación el 1 de diciembre de 2017 porque, argumentaban las autoridades del Banco Central, la devaluación del peso hacía necesario contar con billetes de mayor valor para normalizar la cantidad de papel moneda en circulación.
El 1 de de diciembre de 2017 y con una dólar venta a $18.05, el billete de $1000 equivalía $55,40 dólares.
Tres años antes el debate pasaba porque se consideraba que un billete de mayor denominación que el de cien pesos, habría sido de ayuda para el transporte y el lavado de dinero de actividades ilícitas.
Por eso, cuando se le recordó al entonces presidente del Banco Central, que meses antes del anuncio de la nueva serie de billetes con animales autóctonos había resistencia a los billetes de alta denominación, él explicó que la equivalencia de los billetes no superaba los cien dólares.