Declaraciones de sus Trabajadores
Hacía un año que se había frenado la producción. «Hace un año y medio se vendió la empresa a los actuales dueños, que nos dicen que no tienen plata para pagarnos porque están comprando insumos para poder arrancar. Nos dan de a 3.000 pesos por semana», indicó.
La empresa pertenece desde desde 2017 al Grupo Blend, que también posee la cadena de restaurantes Mi comida urbana y servicios de catering.
Según contaron los empleados de La Nirva, en diciembre la fábrica estuvo sin servicios de luz, ni gas y no podían producir nada. Además, los trabajadores no tienen ART y, hasta hace poco, no tenían obra social. Pertenecen al sindicato de Pasteleros.
«La mayoría ahora no tiene para comer, ni para viajar. Hoy nos dicen que nos van a dar algo más de plata, pero no los 80 mil pesos que nos deben», puntualizó Caceres. Y concluyó: «Antes La Nirva era el segundo en ventas, sólo atrás de Guaymallén».
Fuente: iProfesional