“Esta góndola está defendiendo tu bolsillo”. El cartel, visible en las góndolas de Carrefour, ha reavivado la siempre latente «guerra» entre los supermercados y los fabricantes de alimentos.
En medio de un contexto de fuerte aumento de la inflación, con datos privados que sitúan los precios de diciembre un 25% por encima de noviembre, vuelve a surgir la disputa sobre quién es el culpable de los aumentos desmedidos frente a los consumidores: los supermercados señalan a las grandes marcas fabricantes de alimentos y bebidas, acusándolas de no suministrar productos o de hacerlo a precios exorbitantes.
“El abastecimiento está afectado por aumentos desmedidos del proveedor. Te pedimos disculpas por el inconveniente”, completa el cartel de la cadena francesa que tiene 650 locales en todo el país. Por estas horas se vio el cartel en góndolas de aceite y arroz, por ejemplo.
La disputa no es algo nuevo, especialmente en un país con una inflación perpetua como Argentina, pero desde finales de 2020, la relación entre el «canal moderno», representado por los grandes supermercados, y la industria ha ido aumentando en tensión.
Se implementaron congelamientos de precios y los fabricantes siempre consideraron al canal como un intermediario con la Secretaría de Comercio, utilizado para establecer límites en el aumento de precios. “En parte esa dinámica fue así porque a la Secretaría le convenía ponerse de acuerdo con 7 antes que hablar con 70. Y tratar de limitar así las subas”, describió una fuente del sector retail.
Esa situación condujo a una brecha del 40% entre las grandes cadenas y los pequeños comercios de barrio: la industria percibió que suministrar más productos al canal tradicional era una manera de compensar las restricciones y restaurar la rentabilidad sin estar sujeta a controles de precios.
“De esa forma los supers e hipers perdieron volumen progresivamente. El gobierno de Alberto Fernández terminó con niveles de abastecimiento promedio del 45% en esas bocas. Se pedía 10 y se entregaban 4 y medio. Esa mercadería iba al chino y al mayorista, donde la vendían un poco mejor. Esa es la brecha de precio que ahora buscan los fabricantes en las cadenas, ese 35, 40, 45%, dependiendo de la categoría”, describió el experto en el sector.
IMPOSIBLE COMPRAR
“Es imposible hacer las compras, estoy recorriendo locales hace dos horas. Un agua en botella sale $700; un morrón, $1.500, una mermelada de ciruela, $1.000 pesos. Es de locos. Pero además no hay productos. No hay arroz, ni detergente y aceite, casi nada”, dijo Vanina esta mañana en la puerta de un supermercado en Plaza Italia.
“Las marcas saben que este es el momento de mayor venta y que no nos podemos quedar sin mercadería. La gente tiene plata en el bolsillo que le quema por la inflación. Nos llegan listas con suba de 120% en algunos productos, como chocolates. Las van corrigiendo día a día y no tienen nada que ver con nada”, destacaron en una de las grandes cadenas.
“Tratamos de tener una propuesta de productos, quizás algo de menor de calidad, pero no podemos mostrar las góndolas vacías. Frenteamos todo lo que se puede con lo que tenemos. Hay mercadería, pero la gente cobró el aguinaldo y eso va directo a la venta. Este fin de semana se vendió fuerte, pero ya se comienza a ver una desaceleración con respecto noviembre, es por los precios, porque ya se anticipó compra y esperan a ver qué pasa y otros porque no tiene nada en el bolsillo”, agregaron.
Las cadenas hablan de que en los últimos años las empresas abandonaron por completo la llamada “dinámica comercial”. O sea, no hicieron mayores esfuerzos propios para que los productos roten con ofertas y promociones. “Mandaban producto y listas de precios, y nada más. Ahora van a tener que volver a trabajar esa dinámica porque la gente va a dejar de comprar”, aseguraron en otro super.
“Hoy por hoy, no tenemos en ninguna de las 93 tiendas carteles de ese estilo. Estamos trabajando para recomponer los niveles de abastecimiento con los proveedores lo mejor posible para que a ningún cliente le falte nada de cara a las Fiestas”, dijeron a GDN Argentina, el holding que contrala la marcas Changomás.