El Gobierno le quitó las facultades al Instituto de la Yerba Mate para fijar precios, y tras veintidos años, el precio de la yerba estará desregulado.
A partir de la publicación y entrada en vigencia del DNU 70/2023, el Instituto de la Yerba Mate ya no podrá fijar precios (ni mínimos ni máximos) ni tampoco ofrecer garantías sobre precios.
A raíz de esta decisión del Gobierno, el Instituto de la Yerba Mate solo continuará cumpliendo con sus funciones como fiscalizador de la industria, principalmente verificando estándares de calidad para defender a los consumidores o para abrir nuevos mercados en el exterior, pero no podrá entrometerse en el libre funcionamiento del mercado y sus precios.
Según datos del mercado, el precio de la yerba se disparó al menos en un 1.400% en los últimos cuatro años, pese a la regulación y a los controles de precios.
En los últimos 12 meses, la yerba subió un 340% su precio, y actualmente los precios para un kilogramo de yerba oscilan entre los $3.000 y los $4.500 dependiendo de las marcas y las calidades ofrecidas.
Ahora, se espera que la industria revise los precios y defina si realizará o no ajustes para llegar a las gondolas con cada marca, teniendo en cuenta que el 40% del precio de la yerba son impuestos.