La Serenísima, un símbolo de la tradición argentina con casi un siglo de historia, sorprendió al país con el regreso virtual de uno de sus íconos más queridos: el legendario zepelín.
Este emblema, que en los años 90 surcó los cielos argentinos promocionando los productos de la marca, volvió a hacerse presente gracias a la magia de la tecnología IA y despertó una ola de nostalgia en las redes sociales.
Para celebrar sus 95 años, La Serenísima lanzó una campaña con videos creados mediante CGI (imágenes generadas por computadora), logrando que el dirigible volviera a «volar» sobre lugares emblemáticos del país.
Entre los lugares elegidos, se destacaron el Obelisco en Buenos Aires, las playas de Mar del Plata, las Cataratas del Iguazú, Bariloche, Rosario, Córdoba y hasta su planta en General Rodríguez. Las imágenes rápidamente se viralizaron, tocando fibras sensibles entre quienes vivieron esa época y maravillando a las nuevas generaciones con este pedazo de historia.
Un ícono que trasciende generaciones
En los 90, el zepelín no solo volaba por los cielos, sino que también protagonizaba comerciales y campañas que dejaron una marca en la publicidad argentina. Era la época en la que los yogures de La Serenísima venían con miniaturas del dirigible y donde la marca hacía sorteos para dar un paseo real en el aire.
Ahora, el regreso virtual de este emblema logró reavivar esos recuerdos profundos en quienes disfrutaron de aquellas tardes frente al televisor. Con esta celebración, La Serenísima reafirma su lugar en el corazón de los argentinos, mostrando que, aunque han pasado 95 años, su capacidad para sorprender y emocionar sigue intacta.