Con la llegada de los nuevos billetes de 10.000 y 20.000 pesos argentinos, sumada a la inflación de los últimos años, cada vez son menos las personas que quieren usar billetes de baja denominación, como los de 10 y 20 pesos. Estos billetes, además de perder relevancia en términos de valor adquisitivo, resultan incómodos para su manejo diario: ocupan demasiado espacio en billeteras, saturan las cajas registradoras de los comerciantes y prácticamente no permiten comprar productos debido a su escaso poder de compra.
En Argentina, los billetes de 10 y 20 pesos aún son de curso legal y válidos como medio de pago. Según el Banco Central de la República Argentina (BCRA), mientras los billetes estén en circulación y no sean oficialmente retirados, los comercios y cualquier persona deben aceptarlos como forma de pago, siempre que estén en condiciones aptas para el uso.
¿Qué significa que un billete sea válido?
Un billete se considera válido si:
- No está roto o excesivamente deteriorado.
- Su diseño es reconocible y no está alterado.
- Cuenta con las medidas de seguridad visibles para verificar su autenticidad.
En caso de que un billete esté dañado, podés cambiarlo en cualquier sucursal bancaria sin costo, siempre que conserve más del 60% de su superficie.
¿Qué hacer si un comercio no los acepta?
Es importante saber que rechazar un billete válido es ilegal. Si un comercio no acepta billetes de 10 o 20 pesos, podés recordarle que están obligados a hacerlo. Si persisten en la negativa, se puede denunciar la situación al BCRA, a la Secretaría de Comercio o a Defensa del Consumidor.
¿Seguirán vigentes los billetes de 10 y 20 pesos?
El Banco Central no ha anunciado oficialmente la fecha de retiro de los billetes de 10 y 20 pesos. Sin embargo, los billetes más antiguos suelen ser reemplazados progresivamente por monedas o nuevos diseños. En el caso de los billetes de baja denominación, las monedas son más duraderas y económicas para el sistema financiero.