Los gastados carteles que hablan de la falta de monedas son los claros indicadores de un problema instalado hace mucho tiempo que sigue despertando las quejas generalizadas de los usuarios de micros y de los pequeños comerciantes. En ese contexto, kiosqueros, taxistas y dueños de locutorios, entre otros, destinan una buena cantidad de horas a hacer colas en los bancos o en las terminales de micros para acceder a las monedas, ese bien tan preciado como escaso.
Más allá de los inconvenientes que genera, la falta de monedas tuvo también otros efectos en la Región y llevó al borde de la quiebra a algunos emprendimientos comerciales como por ejemplo a quienes trabajan con máquinas expendedoras automáticas de café. Desde una de las firmas que opera en La Plata se indicó ayer que en el último año las ganancias se vinieron a pique, bajaron casi a la mitad, y por eso se estudian otros mecanismos de venta como por ejemplo el uso de las tarjetas magnéticas.
«Nos arruinaron», señaló Gustavo Fabbro, encargado comercial de una de las empresas del rubro. Según opinó, la razón de las «recaudaciones desastrosas» hay que buscarla en la necesidad que tiene la gente de retener las pocas monedas que consigue para utilizarlas en el servicio de transporte urbano. «Como es obvio -aseguró- prefieren dejar de tomar café y tener el dinero para viajar en micro»
Los empresarios consultados aseguraron que el descenso de las ventas comenzó a fines del año pasado y no se detuvo. «En Capital Federal se hicieron algunas reuniones de expendedores y se debatieron alternativas que nos permitieran salir de esta situación; por eso se analiza otro sistema de venta como podría ser una tarjeta con microchip», apuntó el empleado. En ese sentido se informó que los contratos firmados con algunas empresas que les dan infusiones a sus empleados, son los que atenuaron la crisis económica de los expendedores de café.