La mayoría de las empresas vive hoy un contexto de incertidumbre, donde la globalización, las nuevas tecnologías y la creciente competencia les demanda incrementar su competitividad.
Ya se sabe que para lograr un mejor posicionamiento – y mantenerlo- los RRHH son esenciales, por lo que las compañías inteligentes trabajan para optimizar los potenciales de su gente mediante capacitación, actualización de herramientas, fidelización, etc. Pero más recientemente, se comenzó a advertir que la relación de cada trabajador con la empresa impacta en su nivel de rendimiento, así como en la productividad general.
De esta mirada surge el concepto de “cliente interno”, que conlleva una serie de acciones encaminadas a establecer una mejor relación con el empleado para lograr dos objetivos.
Por un lado, motivar al personal, demostrándole de diferentes maneras que la empresa es un buen lugar para trabajar.
Y en segundo lugar, para lograr que se transforme en un difusor de los productos y/o servicios, así también como de los beneficios, cultura corporativa, modo de gestión de la empresa, etc., replicando hacia afuera el mensaje que se desea transmitir.
Cuestión de liderazgo.
El Endomarketing plantea “vender” la empresa primero al público interno de la organización para motivarlo, lograr un impacto en su rendimiento y productividad, y disminuir su rotación. Todo esto derivará en un incremento del valor competitivo de la organización.
Un buen lider sabe que su personal es “el primer cliente” de la empresa, y que atender sus necesidades mejora la capacidad de satisfacer las que tengan los clientes externos.
Por ende, el endomarketing es en primer lugar una estrategia de gerenciamiento, que apunta a desarrollar en el propio equipo de trabajo una serie de acciones coordinadas con aquellas que se instrumentan en el marketing externo
Así es como – además de la organización de un sistema de remuneraciones, planes de carrera, compensaciones y beneficios, etc.- surgen distintos programas para el personal relacionados con un mejor conocimiento de la organización, sus objetivos y cultura empresaria, con el bienestar y la mejora de la calidad de vida (Life Balance), con la capacitación para el mejor logro de los objetivos, etc.
Algunas de las acciones que se están realizando apuntan al acercamiento hacia la familia del empleado mediante actividades frecuentes para el personal y su familia; paseos especiales; talleres organizados por género, segmento etario o grupo familiar; salidas colectivas; campamentos, talleres recreativos; encuentros deportivos; clases de disciplinas no convencionales; espacios de reflexión; etc.
También se están solicitando actividades recreativas pensadas solo para los adultos, como equipos de running, clases de comedia musical, de canto, de tango, de fotografía, de pintura, de “comida sana”{good food}, charlas con profesionales… , actividades todas que generan un espacio de expresión y la percepción de bienestar en los participantes.
Como se ve, la variedad de opciones es tan grande como la cultura de la propia organización, y también lo son las posibilidades de brindar al personal distintas variantes que reflejen la importancia que la organización le adjudica a su satisfacción .
Es fundamental que el empleado perciba un genuino interés en sus necesidades. Esto se logra mediante un buen liderazgo, en el que se escuchen las demandas y posibilidades sin esperar un ROI inmediato.
Cabe señalar que las acciones que realiza la Dirección de Recursos Humanos, muchas veces no son mensurables en forma directa. Pero todas estas propuestas, sumadas a las que tradicionalmente implementan las compañías, resultan de gran valor para el personal. Y esto se ve directamente reflejado en su perfomance diaria y en la poca rotación, producto de su genuino bienestar en la empresa.
Por Sergio Ventura, Presidente de Kaizen Eventos Corporativos.