La recarga virtual de celulares les gana mercado a las tarjetas

Cajeros automáticos, supermercados, locales de Pago Fácil o RapiPago, quioscos. Cada vez son más los lugares donde los consumidores pueden recargar sus teléfonos celulares, y las empresas siguen sumando modelos de negocios para apalancar el fenómeno que, a diferencia de las tarjetas prepagas, no les demanda elevados costos de logística y distribución.

La recarga virtual fagocitó en poco tiempo buena parte del mercado de las tarjetas: hace tres meses se llevaba el 20 por ciento y hoy ya tiene el 40 por ciento del negocio, según datos de la consultora especializada La Línea.

«El fenómeno es real y mundial. Para el cliente es más cómodo», dice Daniel de Marco, director de Servicio a Clientes y Operaciones de Claro, tras destacar que los clientes pueden comprar los minutos en efectivo o con tarjeta de crédito. Desde Personal agregan que «los medios de recarga virtual permiten alcanzar mayor capilaridad y ofrecen disposición permanente para los clientes».

Con esas ventajas, este sistema anidó en lugares como los supermercados Carrefour, las redes Link y Banelco, quioscos y locutorios. Y vendrán más: por caso, Movistar empezó a implementar un método de recarga por celulares que puede distribuir créditos por mensajes de texto (SMS).

«El funcionamiento es simple: el vendedor tiene un celular con minutos para vender. Cuando viene el cliente, le paga por ejemplo 15 pesos y el vendedor le manda un SMS que le activa ese monto en minutos», explica Ignacio Vago Anaya, gerente de Marketing de Movistar.

Para las empresas, la carga electrónica se convirtió en una forma directa de llegar a los clientes sin costos de logística e impresión. «No hay que repartir las tarjetas y todo se maneja por computadora», dice De Marco, y Anaya agrega: «Además, no hay gastos de almacenamiento para los vendedores, que muchas veces acumulan tarjetas».
Muerte o convivencia

Para el ejecutivo de Claro, la avanzada electrónica es una suerte de crónica de una muerte anunciada del soporte físico, pero para sus competidores se trata de un complemento que puede convivir con las tarjetas. En Personal dicen que «las tarjetas son una herramienta consolidada y un instrumento de marketing importante, porque permiten tener presencia de marca y transmitir mensajes al cliente en forma directa». Anaya, de Movistar, considera también que «ambos sistemas son complementarios» y anticipa que «los puntos de venta de uno y otro se equipararán en el tiempo». La empresa hoy tiene 45.000 locales con tarjetas y 35.000 puestos de venta electrónica. «La tarjeta tiene ventajas -dice-. Es más rápida de despachar en el local y los vendedores no necesitan capacitación. Pero lo principal es que nos permite llevar mensajes a los clientes de una forma más económica que un aviso de televisión.»

Por estos motivos es que a los nuevos centros de ventas electrónicas se sumarán tarjetas con otras ofertas, como las que lanzó a fines de 2008 Personal: la tarjeta para SMS y otra de Juegos. Movistar está preparando lanzamientos que combinen voz y texto.

40%
Avanzada
La recarga electrónica tenía el 20% del mercado hace tres meses y hoy duplicó su participación, según un informe de La Línea.
Fuente: La Nacion

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