Por Arq. Gustavo Colotto, de BDG Buenos Aires (www.bdg.com.ar)
Salvo que estén en una esquina o tengan doble lote, en la ciudad de Buenos Aires los locales suelen ser largos y angostos.
Esto hace que sea muy importante la organización de la circulación dentro del espacio, para aprovechar mejor cada metro cuadrado.
La experiencia del cliente al recorrer todo el local, indica que la tendencia es dirigirse hacia la derecha. Pero la distribución de los artículos puede influirlo enormemente, por lo que se aconseja exhibir los productos más rentables en primera instancia (ya sea en el primer acceso a la derecha o en una isla central, ubicada adelante de todo), y ubicar los artículos mas populares en el fondo, generando así un interés en el cliente que lo haga recorrer todo el espacio.
La visión lineal, es decir la que no presenta obstáculos para observar el producto, conlleva a generar pasillos lo mas amplios posibles, para que la circulación de los clientes no interfiera en la compra. Pero las experiencias realizadas en relación a la longitud demuestran que en general, las personas prefieren no circular por pasillos demasiado extensos. Ese es uno de los motivos por los cuales es preferible distribuir los productos en dos o tres góndolas mas cortas, en vez de una sola y mas larga. Por otro lado, los extremos de las góndolas («punteras») resultan lugares privilegiados para la exhibición de productos, ya que atraen todas las miradas.
Muebles multifunción
En general el mobiliario debe acompañar el tipo de producto que se venda, y su potencialidad de exhibición.
La comunicación, la morfología y los colores del mobiliario son factores fundamentales en el éxito de compra, porque habitualmente la forma y estilo de los muebles (pesados, rústicos, livianos, etc.), se asocian con la imagen del local.
Y podemos hablar de un mobiliario ideal, cuando éste puede funcionar como contenedor de stock y a la vez adaptarse al diseño integral del punto de venta.
En ciertos locales que hacen posible tener espacios con altura, es común diseñar mobiliario colgante, por ejemplo, que se adapte al stock de mercadería y se haga accesible por medio de escaleras que recorran las estanterías. Pero en estos casos siempre hay que tener en cuenta que el sistema no interfiera con el movimiento de los vendedores.
Por otro lado, muchos locales utilizan el espacio aéreo para colocar material POP, para la promoción y comunicación de diferentes productos/marcas, mientras que otros lo emplean para definir su estrategia de señalización, indicando al cliente de una manera sutil dónde mirar, antes de moverse dentro del punto de venta.
Indicadores
La señalética es el estudio de las señales que facilitan a las personas la movilización dentro de lugares desconocidos, mediante la ayuda de signos. Los mas habituales según el tipo de comercio indican dónde están ubicados la salida, los toilettes, los probadores, los teléfonos, la escalera, los ascensores, los matafuegos, etc.
Esto permite ayudar al cliente – de manera comprensible e independientemente del idioma o el nivel sociocultural- , cómo orientarse en un espacio determinado, para su efectivo desplazamiento. El éxito de este trabajo radica en lograr una comprensión total de las indicaciones, de manera que las personas puedan dirigirse de un lugar a otro con la menor información.
Este es un modo de optimizar el tan valioso tiempo de los clientes, simplificando la visita y el recorrido del local. Cuando el mensaje es simple y claro todas las partes salen ganando: mejora la experiencia de compra, y contribuye al orden dentro del local. A su vez esto redunda en un beneficio tanto para el comprador como para el vendedor, ya que facilita a éste último la concentración en sus tareas, dentro de las áreas determinadas.