El kiosco Alvear, ubicado en el corazón del microcentro neuquino, en diagonal al Monumento a San Martín, cumplió 49 años de vida con la mejor atención a los vecinos.
De tradición familiar, continúan hoy al frente los nietos de su fundador, Waldo Arcas, Gastón y Darío, y su nuera. Por las noches el encargado de la atención es Roberto Pérez, como hace 35 años.
Ellos son fieles testigos y observadores de toda la ciudad.