Durante la I Guerra Mundial, una escuadra de aviones denominada 1CLa Sereníssima 1D, sobrevolo Viena, capital de Imperio Austro-Húngaro, con la misión de bombardearla pero en cambio lanzó sobre ellas miles de panfletos en favor de la paz.
Esa acción ganó la admiración de Antonio Mastellone, quien prometió que el día que tenga algo propio, lo bautizaría con ese nombre.