El argentino promedio consume 3,5 kilos de golosinas por año y gran parte de ellas son comercializadas en los kioscos, maxikioscos, drugstores y estaciones de servicio del país.
Así lo informó a Télam Ricardo Lorenzo, gerente de gestión comercial de la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines (ADGYA), entidad que nuclea a los mayoristas que canalizan el grueso de la venta de golosinas a través de los kioscos.
La asociación realizará su encuentro anual entre el miércoles 25 y el viernes 27 de este mes en Costa Salguero, de Capital Federal junto con la Séptima Exposición de Golosinas, Galletitas y Artículos Varios para el Kiosco.
El encuentro apunta a «facilitar la relación entre fabricantes, proveedores y distribuidores de todo el país», dijo Lorenzo, tras puntualizar que los kioscos suman unos 100 mil puntos de venta en todo el país y necesitan un abastecimiento frecuente, dado que no cuentan con gran capacidad de almacenamiento.
El sector suma a medio millar de distribuidores en todo el país y canalizan su actividad a través de kioscos, de otros mayoristas o de revendedores.
Lorenzo señaló que «el kiosco es el negocio de cercanía por excelencia. Allí se venden golosinas, bebidas, comidas rápidas y muchos tienen como anexo un locutorio».
El «corazón» de la actividad de los kioscos es la venta de cigarrillos, que concentra 46% de la actividad, la venta de gaseosas representa otro 19% y el resto «se reparte en ventas de bocaditos, tabletas, chicles y alfajores», precisó Lorenzo.
El empresario evaluó que la reunión es «especialmente útil para gente del interior, que de este modo toma contacto con distintos proveedores, y también para representantes de otros países de la región como Brasil, Venezuela, Perú, Chile y Uruguay». (Télam).-
Fuente El Patagonico