Uruguay implementará a partir de 2017 el empaquetado genérico (con el mismo color y tipografía para todas las marcas) de los productos de tabaco con el objetivo de disminuir la prevalencia de su consumo por parte de la población, anunció el ministro de Salud Pública de ese país, Jorge Basso.
Se trata de una medida impulsada por el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, que en su segundo mandato pretende reducir en un 20% el tabaquismo, recalcó Basso.
El anuncio se produce después de que el pasado viernes el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), dependiente del Banco Mundial (BM), dictaminara que Philip Morris debe pagar 7 millones de dólares a Uruguay tras perder un litigio que la tabacalera interpuso por, supuestamente, verse desfavorecida por las leyes antitabaco del país.
«Es una medida eficaz y eficiente para cumplir uno de los objetivos sanitarios que nos hemos planteado en esta Administración, que es disminuir la prevalencia de las enfermedades no transmisibles, en donde juega un papel sustantivo el tabaco y sus consecuencias», expresó el ministro.
Según explicó, el empaquetado genérico tendrá «varias directrices«, entre las que destacan la eliminación de «todo tipo de elemento atractivo» que puedan tener las presentaciones de tabaco.
Entre esas, detalló «atractivos sensoriales» vinculados a colores, sabores, aromas, tipos de filtro, papel y «todo elemento que pueda ser identificado como particularmente atractivo» para un sector de la población.
De igual forma, se encuentra la inclusión de «amplias advertencias sanitarias» y «evitar el engaño» al consumidor a través de términos y colores.
En ese sentido, Basso señaló que el empaquetado «supone identificar exclusivamente» la marca en su cajetilla, y añadió que aquellas poseerán una tipografía y color «únicos» para que «no haya forma de generar ninguna diferencia» y, por lo tanto, «eventuales engaños» a los consumidores.