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Una tela de 370 metros cuadrados con los colores de la bandera argentina rodea la pared sur del silo. También se dispusieron banderas en torno al edificio que ocupa más de cien metros cuadrados. Dentro de su infraestructura edilicia se producen harinas, balanceados y alimento para mascotas, con una molienda diaria de 320 toneladas, capacidad de almacenaje de cereales de 30 mil toneladas, 1500 toneladas de subproductos y 800 toneladas para harinas de distintos tipos.
“Queremos estar presentes en esta fecha histórica de un modo especial, celebrando el Bicentenario del país, al que acompañamos durante 114 años con mucho orgullo”, dijo Juan Carlos Tassara, director general de Molinos Tassara, una empresa familiar que nació en 1896, cuando los hermanos Fortunato y Ernesto Héctor Tassara instalaron en Junín, provincia de Buenos Aires.
A partir de un concurso entre los empleados, se eligió el lema propuesto por Diego Quaglia: “Nos une la historia, nos une el futuro”. La frase remite a los primeros doscientos años de la Patria y a la apuesta hacia el desarrollo constante de la empresa argentina. La papelería también acompañará un año de balances y de esperanzas: incluirá el logo y el slogan creados para celebrar el Bicentenario.
Camino al andar
Durante el primer siglo de producción Molinos Tassara fue monoproductora, focalizándose en la elaboración de harinas para la alimentación humana. La globalización y la modernización que exigía la industria en los años noventa “fueron factores determinantes para comenzar a trabajar en otros rubros”, explica el Lic. Diego H. Cifarelli, subgerente general del grupo. “Comenzamos con la elaboración de alimentos balanceados para animales grandes, pensando tanto en la alimentación a cabañas como en el engorde intensivo y el engorde a corral”, agrega Cifarelli. Se desarrolló entonces la marca Fortymax, orientada en principio al ganado vacuno, a la que luego se sumó una línea de alimentos monogástricos para la alimentación de cerdos, aves y equinos.
“Un paso más fue el lanzamiento, hace dos años, de una línea de alimentos para mascotas. El proceso derivó en nuestras actuales marcas Keiko, Keikat, Colono, Tassy y Moussy, que atravesaron las fronteras y ganaron penetración en los supermercados como alimentos Premium en su tipo”, señala.
En todo el país
Molinos Tassara cuenta con 30 distribuidores estratégicos con una logística que permite cubrir todo el territorio argentino. Los consumidores acceden a los productos por venta directa (forrajerías y pet shops), venta tradicional (almacenes y autoservicios) y grandes cadenas de supermercados. “Somos una empresa del interior y nos interesa tener un lugar destacado en las provincias. Sin embargo, también tenemos en cuenta las más de 11 millones de personas que viven en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires, donde justamente se concentra el mayor porcentaje de mascotas”, explica Josefina Cinque, responsable de Marketing de la compañía. “En cuanto a las harinas, tenemos clientes desde Tierra del Fuego hasta La Quiaca, lo que genera una sinergia importante”, agrega Cifarelli.
Es importante tener en cuenta que la empresa ya existía en la fiesta del Centenario, lo cual explica su fuerte arraigo en el devenir del país. En ese sentido, Cinque aclara que “no podíamos dejar pasar esta ocasión de estar presentes junto a nuestra comunidad y nuestros consumidores”. El compromiso con el futuro de la compañía y por ende, con el desarrollo productivo de la Argentina, guía las políticas del directorio y el trabajo cotidiano de cada uno de sus empleados. Una línea de tiempo es la mejor prueba de que tal responsabilidad es su mayor ventaja competitiva.
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www.keiko.com.ar
www.molinostassara.com.ar